Limpiar el lavavajillas
Un lavavajillas es un apoyo indispensable en el hogar que facilita enormemente la vida cotidiana. Pero incluso si funciona de forma fiable, necesita un cuidado regular para funcionar de manera óptima. Imagina esto: abres tu lavavajillas y le llega un olor desagradable. Tu vajilla ya no está tan limpia como de costumbre. Estas son señales claras de que es hora de limpiar a fondo tu lavavajillas.
Con el uso diario, los restos de comida, la grasa y la cal se acumulan en el interior del lavavajillas, por ejemplo, en las cestas, filtros, brazos rociadores, juntas y otras partes importantes. Esto crea un entorno ideal para bacterias y moho, lo que puede afectar negativamente no solo la higiene y la eficiencia de la máquina, sino también el sabor de tu vajilla. En el peor de los casos, estas acumulaciones acortan la vida útil del electrodoméstico y aumentan significativamente el consumo de energía.
Por lo tanto, los expertos recomiendan limpiar a fondo el lavavajillas al menos una vez al mes para garantizar un rendimiento óptimo. En esta guía, aprenderás cómo limpiar tu lavavajillas, qué remedios caseros son eficaces y con qué frecuencia es aconsejable una limpieza a fondo. Dr. Beckmann ofrece eficaces limpiadores de lavavajillas para que tu lavavajillas se mantenga limpio de forma cuidadosa.
¿Con qué frecuencia se debe limpiar un lavavajillas?
Notas que tu lavavajillas funciona, pero la vajilla ya no sale realmente limpia. La última limpieza fue hace tres meses, y te preguntas si ya es hora de nuevo? Explicamos las frecuencias óptimas de limpieza y te contamos cómo puedes prolongar el tiempo entre los periodos de limpieza.
La frecuencia de limpieza recomendada para un lavavajillas depende de varios factores, incluido el uso, la dureza del agua y el tipo de vajilla sucia. En general, se recomienda limpiar a fondo el lavavajillas al menos cada 1-2 meses. Si se utiliza a diario o si se lavan platos con muchos residuos de alimentos grasos o ricos en almidón, podría ser necesaria una limpieza más frecuente. Estos son los intervalos recomendados:
- Después de cada uso: Retira los restos gruesos de comida y limpia las juntas de la puerta.
- Semanalmente: Limpia el filtro y los brazos rociadores. Especialmente si se lava regularmente vajilla grasienta o muy sucia.
- Mensualmente: Se recomienda una limpieza interior a fondo una vez al mes,en la que también se revisan y limpian los brazos rociadores y las juntas.
- Cada 6 meses: Revisa el tubo de desagüe, la bomba y los filtros.
Consejo de experto: Si el agua es dura y provoca depósitos de cal, es aconsejable utilizar adicionalmente un descalcificador cada dos o tres meses. Los hogares con un uso intensivo del lavavajillas, por ejemplo, familias numerosas, deberían planificar intervalos más cortos, mientras que los hogares de una sola persona con menos vajilla pueden mantener intervalos más largos.
Para prolongar los intervalos de limpieza, hay algunos consejos adicionales:
- Secado: Deja la puerta un poco abierta después de cada uso para que la máquina pueda secarse bien. Esto evita la formación de moho y olores desagradable.
- Evitar la sobrecarga: Asegúrese de que el lavavajillas no esté sobrecargado. Una máquina demasiado llena puede hacer que el agua no circule correctamente y que la vajilla no se limpie a fondo.
- Cambio de filtro: Cambia el filtro a tiempo si está muy desgastado.
¿Cómo limpiar correctamente un lavavajillas?
Después de una gran cena familiar, notas que tu vajilla ya no brilla a pesar de una limpieza intensiva. Esta es también una señal típica de que tu lavavajillas necesita una limpieza a fondo. En esta sección, aprenderás cómo limpiar y cuidar las partes individuales de la máquina de manera específica. Nota: ¡Por favor, consulta las instrucciones de uso del fabricante del electrodoméstico!
Paso 1: Preparación
La máquina debe estar completamente vacía para la limpieza y se deben retirar los restos gruesos de comida.
Paso 2: Limpiar el filtro del lavavajillas
Los restos de comida, la grasa y otras partículas son retenidos por el filtro del lavavajillas para proteger el desagüe de obstrucciones. Para limpiarlo, puedes quitar el filtro y enjuagarlo bajo agua caliente. Para restos persistentes, puedes adicionalmente usar un cepillo de dientes para eliminarlos.
Paso 3: Revisar y limpiar los brazos rociadores del lavavajillas
Los brazos rociadores tienen boquillas finas que se obstruyen fácilmente con cal, grasa o restos de comida. Las obstrucciones afectan la circulación del agua, lo que provoca que la vajilla no se limpie de manera uniforme. La limpieza es fácil de realizar. Retira los brazos rociadores y limpia las boquillas con un clip para eliminar las obstrucciones. Luego, enjuaga a fondo los brazos rociadores con agua tibia. Y con eso, volverán a asegurar una distribución uniforme del agua.
Paso 4: Limpieza a fondo de las juntas de goma del lavavajillas
La humedad, la grasa y los productos de limpieza desgastan las juntas de un lavavajillas. Esto favorece la acumulación de restos de comida, suciedad y grasa, y forma un entorno ideal para el moho, lo que puede provocar olores desagradables y reduce la eficacia del sellado. Para la limpieza, recomendamos utilizar un paño húmedo con el que se puedan limpiar las juntas de goma y el marco del lavavajillas. Para ello, limpie las juntas con el paño húmedo.
Paso 5: Limpieza del interior de un lavavajillas
El interior de un lavavajillas está expuesto a diversos problemas potenciales: humedad, calor, y suciedad después de cada ciclo de lavado. En las esquinas de difícil acceso se acumulan adicionalmente grasa, cal y restos de comida. Estas acumulaciones ofrecen condiciones ideales para la formación de bacterias y pueden bloquear piezas móviles o dificultar la circulación del agua y el secado.
Para la limpieza, recomendamos utilizar un limpiador higienizante para lavavajillas. Este no solo garantiza una limpieza impecable de la vajilla y los cubiertos, sino que también elimina el 99,99 % de todas las bacterias y hongos.
Paso 6: Descalcificar el lavavajillas de forma correcta y eficiente
Debido al agua dura, pueden calcificarse los elementos calefactores, los brazos rociadores, los filtros y tamices, las paredes y el fondo del interior, así como el intercambiador de iones. Los depósitos de cal reducen la eficiencia de los elementos calefactores y aumentan el consumo de energía. Los brazos rociadores pueden obstruirse no solo por la suciedad, sino también por la cal, lo que provoca un flujo de agua desigual y una limpieza deficiente. La cal puede afectar la permeabilidad de los filtros y tamices y provocar obstrucciones. Las acumulaciones de cal pueden acumularse visiblemente en las paredes y el fondo del interior y, por lo tanto, ser difíciles de eliminar. El intercambiador de iones (sistema de ablandamiento del agua) puede verse afectado por la cal, lo que hace que el ablandamiento del agua sea menos efectivo. Para esto, llena el compartimento para pastillas/polvo al máximo con Descalcificador Intensivo. Vierte el resto directamente en el fondo del lavavajillas. Selecciona un programa de lavado a al menos 60 °C y ponlo en marcha. Después de la limpieza, la máquina estará inmediatamente lista para su uso de nuevo.
El producto elimina los depósitos de cal de toda la máquina. Gracias a su fórmula especial, disuelve la cal persistente, limpia a fondo y protege la máquina contra futuras acumulaciones.
Paso opcional 7: Desinfectar el interior
Elija un limpiador higienizante adecuado para lavavajillas y seleccione un programa de lavado (a una temperatura mínima de 60 °C). A continuación, el lavavajillas estará listo para su uso inmediato y libre de bacterias y hongos en un 99,99 %.

